La Guardia Civil ha investigado a 58 propietarios de rehalas de perros por haber mutilado ilegalmente a más de 1.000 perros a los que les cortaron las orejas y los rabos en Almería, Granada, Málaga, Jaén, Córdoba y Sevilla.
La operación ha sido llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil del Destacamento de Sierra Nevada de Granada y de Cazalla de la Sierra de Sevilla. De esos 58 investigados, 15 han sido en la provincia de Granada, 18 en la de Jaén, 12 en la de Sevilla, 6 en Córdoba, 4 en Almería y 3 en Málaga.
En total, se han inspeccionado más de 2.000 perros y se han descubierto 1.111 presuntamente mutilados ilegalmente por sus propietarios. Por ello, se ha investigado a 58 personas como presuntas autoras de los delitos continuados de maltrato animal, de falsedad documental y de intrusismo profesional.
El corte de orejas y rabos en perros de rehala era una práctica tradicional por los mismos propietarios para evitar que las zarzas u otros arbustos dañaran a los animales durante la caza. Pero dicha práctica quirúrgica quedó «totalmente prohibida» desde el 1 de febrero de 2018, cuando entró en vigor en España la ratificación del Convenio del Consejo de Europa sobre protección de animales de compañía.
El delito de maltrato animal con lesiones está castigado con penas de hasta 18 meses de prisión o multa de hasta doce meses. En todos los casos, se establece la pena de inhabilitación para tenencia, profesión, oficio o comercio que tenga que ver con los animales.