Varias unidades radio patrullas de la Policía Nacional de Jerez se movilizaron a primera hora de la tarde del pasado viernes 02 de febrero de urgencia hasta un domicilio de la ciudad tras una llamada de auxilio.
Una vez en el lugar de los hechos y, tras verse obligados a forzar la puerta, entraron en la vivienda localizaron a la víctima, una vecina que había sufrido un grave accidente doméstico a la que lograron asistir y estabilizar hasta la llegada de los recursos sanitarios del 061.
Los hechos sucedieron sobre las 14:00 horas del pasado viernes, cuando los operadores de la sala Cimacc 091 recibían, casi de manera simultánea, distintas llamadas de vecinos de la zona oeste de la ciudad alertando que podían gritos desgarradores de una mujer pidiendo auxilio en el interior de una vivienda cercana.
En escasos minutos se presentaron en el lugar cuatro agentes de la Policía Nacional, comprobando como efectivamente del interior de una de las viviendas de la planta baja del bloque en cuestión, se podían escuchar unos angustiados gritos de socorro de lo que parecía ser una mujer de mediana edad, la misma era incapaz de entablar ninguna conversación coherente.
Ante los indicios que apuntaban a que se encontraban en una situación de serio peligro para la vida, así como de la necesidad de evitar daños inminentes graves a las personas en supuestos de extrema y urgente necesidad, tomaron la decisión de entrar en la casa por propia autoridad sin esperar a la concesión de mandato judicial.
Los agentes lograron abrir la puerta principal del domicilio sin causar ningún daño ni desperfecto al mismo, mientras, no cesaban de oír los agónicos lamentos en el interior, una vez dentro se dirigieron con rapidez a la habitación de la que provenían los lamentos localizando inmediatamente a la afectada, sobre su cuerpo se encontraba un mueble de grandes dimensiones.
Se trataba de una mujer de 60 años a la que se le había quedado uno de sus brazos aprisionado con el sistema de muelles de un mueble canapé que además, se había vencido totalmente encima suyo, provocándose lesiones de gravedad en la extremidad, incluyendo signos de aplastamiento y fractura de los huesos propios del antebrazo que le provocaban un intenso dolor y la incapacidad de moverse al haber quedado atrapada.