- La experiencia, que se emprende en Prado del Rey, Trebujena, Villamartín y Paterna ya depara las primeras contrataciones
Diputación, a través del Servicio de Igualdad, mejora las competencias profesionales de 53 personas cuidadoras gracias al desarrollo de la iniciativa Cuidaliza en cuatro municipios de la provincia de Cádiz: Prado del Rey, Paterna de Rivera, Trebujena y Villamartín. Estas destinatarias se han formado en ‘Atención socio-sanitaria a personas dependientes en el domicilio con perspectiva de género’. En Paterna y Trebujena ya se han impartido los módulos teóricos, además de solventarse las prácticas en empresas y entidades municipales; en el caso de Trebujena se han logrado, además, dos contrataciones efectivas. En Prado del Rey y Villamartín el periodo de prácticas comenzará el 5 de agosto.
Al término de esta experiencia todo el alumnado habrá adquirido 85 horas de formación. Además, estas personas cuidadoras ya realizan el curso online que –tras completar 600 horas lectivas- les conducirá al certificado de profesionalidad en ‘Atención socio-sanitaria a personas en situación de dependencia y/o discapacidad en el domicilio’.
Cuidaliza es una de las cuatro líneas de actuación del programa Cuidalia, una iniciativa aprobada por el Plan Corresponsables que convoca y subvenciona la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía y financia el Ministerio de Igualdad. El presupuesto asignado a Diputación para el desarrollo de este programa se cifra en 529.163 euros.
Con esta cobertura económica el Servicio de Igualdad –adscrito al Área de Servicios Sociales, Familias e Igualdad– desarrolla cuatro actividades específicas: la formación denominada Cuidaliza, el refuerzo de ludotecas y centros de atención a menores de 16 años a través de la línea Cuidaytos (con incidencia en 29 municipios), la acción de sensibilización denominada ‘Sin cuidados, no hay vida’ y los talleres ‘YoMENcargo’ para familias.
La disposición de estos medios y recursos pretende, por una parte, abrir espacios de conciliación para la persona cuidadora y, a la vez, fortalecer sus competencias profesionales mediante la superación de una formación homologada. Se plantea la denominada economía del cuidado como una potencial fuente de empleo que repercute, de manera mayoritaria, en mujeres.