Después de estar dos años con las cuentas en negativo por culpa de la crisis sanitaria, el circuito de Jerez recupera su bonanza económica y cierra el 2022 con un superávit de 423.206 euros.
Después de las pérdidas económicas provocadas por la pandemia, el Circuito de Jerez ingresó el pasado año unos 3,6 millones de euros por la venta de entradas y la pista estuvo ocupada 236 días. Aun así, el trazado todavía no ha conseguido alcanzar la facturación de 2019, cuando se cerró con una cifra neta de 4,5 millones de euros.
Esta mejora económica comenzó a producirse en el segundo semestre del año pasado. En el informe de gestión se apunta que esto fue posible gracias a una “sobreactividad durante los últimos seis meses del curso”, una circunstancia que compensó la menor afluencia de la primera mitad del año.
A pesar de estos buenos números, la empresa arrendataria del circuito, Cirjesa, continúa con una deuda a largo plazo de 4,5 millones de euros y un pago pendiente a proveedores de unos 3 millones de euros.