La ONG Madre Coraje ha culminado recientemente varios meses de trabajo para la transformación de su personalidad jurídica, de Asociación a Fundación, con el objetivo de crecer en sostenibilidad, aportando mayor seguridad jurídica y continuando con sus acciones humanitarias, educativas y de cooperación internacional.
A finales de 2023 Madre Coraje firmó ante notario la cesión global de activos y pasivos de la Asociación Madre Coraje a la Fundación Madre Coraje y ya está inscrita en el Registro de Fundaciones.
De esta forma, Madre Coraje se enfrenta en este año 2024 a una nueva forma de trabajar y ejecutar sus acciones sociales pero sin perder ni olvidar la esencia, principios y el enfoque por la justicia social que siempre ha caracterizado a la institución, explica José Jiménez, Presidente de Madre Coraje.
En la línea de lo anterior, Jiménez ha remarcado que la labor de Madre Coraje va a seguir centrada en España, Perú y Mozambique, contando con el voluntariado y el respeto medioambiental como pilares fundamentales de esta ONG fundada en 1991 por el hijo adoptivo de Jerez, Antonio Gómez Moreno.
De acuerdo con Marta Bernier, Directora Ejecutiva de Madre Coraje, “pasar de Asociación a Fundación conlleva varias ventajas ya que las fundaciones suelen tener una mayor estabilidad y continuidad”.
Según ha explicado Bernier, la estructura de una fundación está diseñada para perdurar en el tiempo, independientemente de los cambios en la composición de sus miembros.
Además, las fundaciones suelen gozar de ciertos beneficios fiscales y de mayor reconocimiento público, lo que puede facilitar la obtención de financiación y colaboraciones.
La directora ejecutiva de Madre Coraje ha concluido señalado que, con este paso al convertirse en una fundación, podrán tener acceso a diferentes tipos de ayudas y subvenciones destinadas específicamente a este tipo de organizaciones.