El Consejo de Hermandades de Sevilla, con la colaboración de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, la Delegación del Gobierno andaluz, la Bienal de Flamenco, el Ayuntamiento de Sevilla y la Cámara de Comercio celebrará el 21 de febrero la cuarta edición de la ‘Exaltación de la Saeta’.
En esta ocasión, el Teatro de Capitanía será el escenario en el que se darán cita «grandes saeteros de prestigio» como Rafael de Utrera, Ana la Yiya, Pedro María Peña y Jesús Méndez.
El programa contará, además, con la interpretación de marchas procesionales por parte de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, bajo la dirección de Francisco Javier Gutiérrez Juan, que interpretará las marchas procesionales ‘Pasan los Campanilleros’ e ‘Hiniesta Coronada’, y el elogio a la saeta, a cargo del compositor y cantante Enrique Casellas, el que fue pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2023.
El delegado del Gobierno andaluz, Ricardo Sánchez, que ha intervenido en el acto ha subrayado la importancia de la saeta flamenca «como compendio de devota oración y cante jondo nacido de las entrañas de Andalucía» y ha repasado algunos de los nombres ilustres en este cante, con Pastora Pavón, ‘La niña de los Peines’, como «figura estelar» o Rocío Vega, ‘La niña de la Afalfa’, «cantante lírica que acabó convirtiéndose en gran figura de la saeta en Sevilla, poseedora de una riqueza melódica extraordinaria», a quien está dedicada esta exaltación en 2004.
Ricardo Sánchez, exaltador de la saeta el pasado año y apasionado del cante flamenco, ha citado a algunos de los genios en este apartado, como Manolo Caracol y Antonio Mairena, Isabelita de Jerez, Pepe Pinto o Pepe Valencia, «como ejemplo de una extensa nómina». El saetero más prestigioso que cogería el relevo de ese «periodo dorado» fue Manuel Mairena, ha añadido.
El delegado del Gobierno andaluz ha recordado los orígenes de un evento que sirvió desde el principio «para alzar las saetas como ese extraordinario patrimonio cultural y material que es, inherente a la Semana Santa sevillana». En este sentido, «la proliferación de cantes de saetas ha hecho que no sea posible distinguir, en modo alguno, aquellos palos flamencos primigenios que le dieron su base: la toná, el martinete, la seguirilla o la carcelera».